En la bodega, abrazamos la filosofía y el calendario biodinámico como guía para todo nuestro trabajo. Cada tarea, desde los trasvases hasta el embotellado, se realiza escogiendo cuidadosamente los momentos ideales según las fases lunares. Nos inclinamos hacia la luna descendente para proteger nuestros vinos, mientras que optamos por el día flor para las variedades Macabeo, resaltando así sus aromas. En cuanto a otras variedades, el día fruta es nuestro preferido, ya que realza la frescura y el carácter varietal.
Elaboramos exclusivamente vinos artesanales, una verdadera expresión de la naturaleza, libres de cualquier aditivo. Según la definición europea, un vino natural es fruto únicamente de la fermentación alcohólica de la uva fresca o del mosto. Esto significa que en nuestro proceso de creación, no hay cabida para sustancias adicionales tales como sulfitos, levaduras o enzimas artificiales.
El resultado es un vino puro, vibrante y lleno de vida, que captura la esencia misma de la uva y del terruño de nuestros viñedos. Cada gota narra la historia de un ciclo de crecimiento equilibrado y respetuoso, libre de herbicidas o cualquier otro producto químico de síntesis. La cosecha se realiza a mano, con una atención meticulosa que garantiza una excepcional calidad.
El resultado es un vino puro, vibrante y lleno de vida, que captura la esencia misma del raíz y del terruño de nuestros viñedos. Cada gota narra la historia de un ciclo de crecimiento equilibrado y respetuoso, libre de herbicidas o cualquier otro producto químico de síntesis. La cosecha se realiza a mando, con una atención meticulosa que garantiza una excepcional calidad.